Me divierto pensando las cosas que me suceden, las trágicas van con mucha ironía, las demás se defienden solas, escribo sobre éstas situaciones y solo a veces las comparto. Bienvenidos a Cuento con Poder!!!, pensamientos de un tipo común al que le suceden cosas comunes con miradas de cuento."

lunes, 11 de mayo de 2020

quien puede asegurar

Sentí  la necesidad de ordenar todo, seguramente en cualquier momento llegarían.

Puse los jarrones en su lugar, el crucifijo que estaba levemente torcido hacia la derecha me robó una sonrisa cuando intente volverlo a ponerlo en su lugar,  quedamos agarrado con Cristo de la mano, una imagen invertida a lo se está acostumbrado.

Improvisé mentalmente un reclamo al servicio fúnebre porque en la cocina junto al café no había medialunas, solo sandwichs de miga, no pude encontrar por ningún lugar el control del aire acondicionado, el frió polar recorre mi cuerpo con descaro, consulte el reloj, la agujas se habían detenido en algún momento de la tarde del día anterior.

Me emocioné al imaginarme quienes vendrían, después de todo últimamente al parecer gran parte de la familia se reúnen solo en los velorios. Seguro comenzaríamos cómo siempre recordando  con dolor los momentos inolvidables, esos que te empujan a la congoja, te atraviesan el alma con la injusticia, brota la añoranza en lagrimas incontrolable.

Entrada la noche surgirán los chistes ingenioso de lo vivido, alguna historia reveladora que culminará con un estallido de risa en conjunto que nos expulsará hacía la vereda con el enojo de la tía, que no dudará en comentar nuestra falta de respeto.

Cerca de las doce llegaran los que vienen de la capital, que bueno será encontrarme con los tíos, ver esa imagen de  hermanos que se juntan unidos por el dolor que los atraviesa apilando en el sillón una cantidad extraordinaria de historia familiar, observar las canas y recordarlos de jóvenes cuando solíamos juntarnos para las fiestas; casi siempre se sientan por orden de llegada, y  casi siempre van llegando acorde a su nacimiento, ritual azaroso o intencional, quien sabe, así como los negros bailan con el cajón sobre el lomo, los tíos se van sentando según su edad  formando así una linea de tiempo casi perfecta con alguno saltos temporales debido a las perdidas.

Consulto el reloj nuevamente, lo busco en las dos muñecas extrañado porque ya no lo tengo, será que se me habrá caído cuando acomodaba el sillón, me parece extraño que nadie llegué, miro hacia fuera y la neblina no me deja ver,  surge la duda, dónde estoy?, A quien estamos por velar?, Mientras me dirijo al salón central escucho voces, en realidad son rezos que no se bien de dónde vienen, cundo traspaso la puerta, me acerco al cajón y ahí estaba, con los ojos apretados, cómo haciendo fuerza para no abrirlos, el asombro, me volvió el agudo dolor en el pecho, la angustia, quise gritar pero los labios zurcidos evitaban mi pedido de auxilio, lloré al verme acostado en soledad, lloré al entender que ya no volvería a verlos, lloré pues comprendí que nadie me acompañaría en este último tramo de mi vida otras de las aberraciones de esta pandemia.

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