Opuesto

*Me pasa a mi*
Es claro que somos identicamente opuestos.
Si, y lo afirmo, pues compartimos actitudes, estilos de resolución y enseñanzas que en algún momento lograrón convencerme, pues te pretendí como mi alma gemela y hoy verifico que no es así.
Es bien evidente que a pesar de las similitudes, vivimos esta situación en particular con una anbiguedad que para mi rosa lo insoportable, insostenible y me que me lleva a pensar lo inescrupulosamente idiota me he comportado.
Mientras desgarro el interior de mi cabeza intentando generar un pensamiento que me salve de serte infiel una vez más, despues de haber intentado sin exito calmar ese deseo de placer que me genera el recordarte, entre otras piernas, despues de maldecir a este estupido corazón que te nombra en cada latido, obligandome a desandar las calles del olvido, embriagandome con brevajes adulterados de placer mezquino, despues de negarme a mi mismo este sentimiento, por el que pierdo la cordura.
Apuesto el doble de lo que tengo, desnudo mi corazón y anestecio mís pensamientos con estupidas frases hechas que me has regalado en los dos corazónes que comprabas en la estación de servicio en oferta y me suelto a proclamar a boca de jarro cuanto te extraño, y lo miserable que me siemto cuando conmigo no estas, para que sencillamente me respondas que a vos te gusta extrañarme, que es la falta de costumbre de parte mía y no se cuantas bufunadas más.
Que poco me conoces, me parece que me fui en altura en el pedestal que ingenuamente te he construido con palabras onerosas de cariño y desde donde hoy mira tu ego.
Espero poder realizar otra vez mi vuelo rasante sin que tu olor haga interferencia en mi casería.
Sabía que no debía enamorarme otra vez, pero me pasa a mi, beso el sapo se convierte en principe, lo ayudo en su reinado y me deja por mendigo.

Tu,yo

Tu, tan inexistente como siempre.

Yo, tratando de existir para ti.

Tu, que olvidas mi nombre.

Yo, que lo vuelvo a repetir.

Tu, tan inexpresivo a la hora de demostrar cariño.

Yo, y mi falta de amor.

Tu, que te irás para siempre.

Yo, que en mi mano ensangrentada  descansa el pasaje a tu otra vida sonrió de felicidad, pues ya no me harás de sufrir.