Tus besos mentidos,
amargos silencios,
destrozan mis labios cargados de amor,
no puedo si quiera obligarte a quererme, no puedo ni quiero abandonar tu calor.
Ajada esperanza que surca el reloj,
espera interminable, agudo dolor,
mi cuerpo desea temblar tus carcia, sacude mi alma un recuerdo anterior.
Esclavos minutos aferrados al tiempo, letargo maldito,
suspiros mortal,
espero algún día poder olvidarte,
escuchar tu nombre y que no me haga mal.
Los virgenes minutos del nuevo día me arrullarón con zalamerias y guiños prometiendote en mis sueños, los parpados cansados se dejarón vencer por la esperanza de encontrarte en algún lugar romantico donde pueda observarte sin prejuicios, claudiqué en los brazos de Morfeo solo para sentir la adrenalina adictiva que me abraza, me envuelve, le da cobijo a mi necesidad de sentirme deseado y me dormí.
La verdad no se si apareciste en mis sueños, no logro recordar lo que soñé, desperté con los labios ajados ausentes de besos, la manos requebrajadas, vacias de caricias, el cuerpo inundado de una fragancia extraña, las piernas cansadas.
No logro recordar nada pero es obvio que si no tuvimos un encuentro apasionado vagué por el desierto de la soledad buscandote.
