Yo solo

Y despierto con el suave aliento de tu cariño dándome los buenos días,  tu mirada infantil de mañana navideña hace que siga creyendo en el milagro del amor.
El río de palabras fluyen con mezcla de risas en su correntada,  pareces feliz de haber amanecido entre mis brazos,  que perezosos intentan acercarte a mí.
Las sabanas atrevidas han hurtado tu fragancia,  la almohada indiscreta ha escuchado en silencio tus gemidos,  en mis labios duermen tus promesas de eternidad,  mi cuerpo repleto de caricias espera impaciente,  el olor a café invade la casa y yo solo quiero que vuelvas a mi lado.